El
Valle de Benasque se ubica en pleno Pirineo central, casi equidistante entre el
Mar Cantábrico y el Mediterráneo, a unos 200km del Cantábrico y a unos
215km del Mediterráneo. En esta cadena montañosa, la más importante de la Península Ibérica, se encuentra la mayor concentración de picos de
más de 3.000msnm de altitud de toda la cordillera, así como un gran número de
ibones (lagos de origen glaciar) muy ligados a esta altitud tan considerable
que atesora.
Mapa hipsométrico del Valle de Benasque
En general, la mayor parte de los materiales que afloran en el Valle de Benasque, entendiendo este a partir de la zona de El Run, son muy antiguos, en su mayor parte pertenecientes al Paleozoico -o primario-, lo que supone que son materiales depositados hace cientos de millones de años -entre 540 y 250 millones de años-. De hecho los materiales más antiguos que afloran datan del Silúrico, un periodo del Paleozóico- de entre 450 y 415 millones de años.
Respondiendo al esquema clásico de grandes unidades de relieve del Pirineo, el Valle de Benasque se encuentra al Norte de las Sierras Interiores, que en nuestro caso están representadas por la Sierra de Chía -2.510msnm-, Cotiella -2.912msnm-, o el Turbón -2.492msnm-, de menor entidad pero asimilables a la Collarada, Tendeñera, etc. Las Sierras Interiores son alineaciones montañosas con un elevado vigor topográfico, agrestes, y generalmente sobre materiales mesozoicos calizos.
Al sur de ellas se encuentra la Depresión intrapirenaica, más desdibujada en el sector Este de Aragón, y que correspondería con la zona de materiales más blandos que conecta Aínsa con Campo y con el Valle del Isábena. Esto es asimilable a la zona de la Val Ancha -Canal de Berdún- de la Jacetania, o a la Conca de Tremp en la zona leridana.
Más al Sur se encuentran las Sierras Exteriores, cuyo mayor exponente es Guara -pasando por poco de los 2.000msnm-, y que en el caso de la Ribagorza presentan un menor desarrollo -Sierra de la Carrodilla o del Castillo de Laguarres, entre otras, superando los 1.000msnm de altitud-.
Por último, volviendo a nuestra zona, algo más al Norte de las Sierra Interiores, en pleno Valle de Benasque, se encuentran las mayores altitudes del Pirineo. Son montañas en las que afloran los materiales más antiguos, en nuestro caso Silúricos o Devónicos, entre los que se cuelan intrusiones graníticas como la de las Maladetas o el Perdiguero. A su alrededor, fruto de las elevadísimas temperaturas que hubo en el momento del ascenso del magma o a las elevadas presiones a las que fueron sometidos, se encuentran orlas metamórficas con algunos mármoles, pizarras o grauwacas. Todos estos materiales componen lo que se denomina el Pirineo Axial.
Estrucutra general del relieve
De
forma sintética, y siempre con algunas excepciones, los materiales que afloran
en el Valle, entendiendo este desde la zona de El Run -aunque también serviría desde
Campo-, son más antiguos cuanto más hacia el Norte y más recientes cuando más
hacia el Sur.
La gran mayoría del Valle de Benasque se encuentra sobre materiales paleozoicos -entre 540 y 250 millones de años-, si bien los fondos de valle y algunas laderas con sedimentos están tapizados por materiales cuaternarios post-glaciares. Los materiales paleógenos, los más antiguos dentro del Cenozoico o Terciario, sólo aparecen una vez pasado Campo hacia el Sur .
De hecho la zona del Congosto de Ventamillo está compuesta por materiales de edad Mesozoica, concretamente Cretácicos, de hace entre 145 y 65 millones de años. Básicamente, y como no puede ser de otra forma con semejante cañón fluvio-karstico, se trata de materiales con abundancia de carbonato cálcico -calizas y dolomías sobre todo, y otras rocas con abundancia de dicho componente- con un gran espesor.
Una vez salimos del congosto aparecen los materiales más antiguos del Jurásico -entre 200 y 145 millones de años- y Triásico -entre 250 y 200 millones de años-, especialmente presentes hacia la zona de Bisaurri y Bonansa, formando un pasillo bastante nítido. La principal traducción al relieve y al paisaje de estas litologías son los afloramientos de areniscas rojizas del Bundsandstein, así como puntuales afloramientos de yesos del Keuper. Como todas estas litologías están muy replegadas, estos yesos no tienen la posibilidad de ensanchar el valle, como sucede en otras zonas, si bien sí que son fundamentales para los pliegues y cabalgamientos debido a su escasa resistencia y gran elasticidad.
La gran mayoría del Valle de Benasque se encuentra sobre materiales paleozoicos -entre 540 y 250 millones de años-, si bien los fondos de valle y algunas laderas con sedimentos están tapizados por materiales cuaternarios post-glaciares. Los materiales paleógenos, los más antiguos dentro del Cenozoico o Terciario, sólo aparecen una vez pasado Campo hacia el Sur .
De hecho la zona del Congosto de Ventamillo está compuesta por materiales de edad Mesozoica, concretamente Cretácicos, de hace entre 145 y 65 millones de años. Básicamente, y como no puede ser de otra forma con semejante cañón fluvio-karstico, se trata de materiales con abundancia de carbonato cálcico -calizas y dolomías sobre todo, y otras rocas con abundancia de dicho componente- con un gran espesor.
Una vez salimos del congosto aparecen los materiales más antiguos del Jurásico -entre 200 y 145 millones de años- y Triásico -entre 250 y 200 millones de años-, especialmente presentes hacia la zona de Bisaurri y Bonansa, formando un pasillo bastante nítido. La principal traducción al relieve y al paisaje de estas litologías son los afloramientos de areniscas rojizas del Bundsandstein, así como puntuales afloramientos de yesos del Keuper. Como todas estas litologías están muy replegadas, estos yesos no tienen la posibilidad de ensanchar el valle, como sucede en otras zonas, si bien sí que son fundamentales para los pliegues y cabalgamientos debido a su escasa resistencia y gran elasticidad.
Yesos de Keuper -triásico- en la zona de Bonansa, verano de 2014.
Sobre esta serie de materiales jurásicos, muy poco presentes en lo que es el Valle, y Triásicos, con más importancia, que atraviesa el valle de WNW a ESE, aparecen ya materiales Paleozoicos con importantes afloramientos del Pérmico, Carbonífero y Devónico, cada uno de ellos más antiguo que el anterior, llegando al final a los comentados materiales del Silúrico - de entre 450 y 415 millones de años-, presentes desde la zona del Puente de San Chaime hasta las alomadas cimas de la Sierra Negra, con ese color y nombre por la abundante presencia de pizarras negruzcas.
Alrededor de este núcleo más antiguo, que conforma un amplio anticlinal, se encuentran los materiales Devónicos -entre 415 y 360 millones de años-, los dominantes en el valle. Estos materiales devónicos son los que ya entran en contacto con los batolitos graníticos, es decir, los que dan paso al granito que, en sus diferentes variedades, aflora en la zona de los Montes Malditos, Perramó, Perdiguero o Pico de Cerler. Sin embargo en la zona Norte de las Maladetas, Plan d`Están, Aigualluts, etc. el contacto es con materiales del Carbonífero -entre 360 y 300 millones de años-, principalmente calizas, litología propicia a fenómenos kársticos. La formación de estos Batolitos -intrusiones de lava que cristaliza básicamente en granito- data de finales del Carbonífero e inicios del Triásico (Permo-Trías, unos 250 millones de años).
Edades de los materiales del Valle de Benasque
Dentro de este esquema general, claro está, hay muchos aspectos que no encajan en la visión de conjunto. Hay Silúrico (el más antiguo) en Liri y Arasan, hay calizas del Carbonífero en la zona de la pista de Rovellons y el Molino, etc. y esto se debe a que desde que se depositaron los materiales del Silúrico, hace más de 400 millones de años, han sido varias las orogenias que han tenido lugar y que han ido fracturando, plegando y movilizando los materiales, a lo que hay que sumar amplísimos periodos erosivos que rebajaban y suavizaban mucho los relieves levantados en las orogenias y los factores morfogenéticos que también lo modelan, como el clima, con los glaciares, las heladas, los vientos, el agua, con ríos escorrentía, etc, etc.
Una vez conocida la edad de los materiales del Valle, hay que decir que en todas las épocas ha habido innumerables ambientes sedimentarios que han ido formando las rocas. Por tanto en todas las grandes eras (Paleozoico, Mesozoico, Cenozoico...) se han dado situaciones propicias para las sedimentaciones marinas, formándose calizas, continentales, resultando rocas de tipo arenisca, conglomerados, etc. formaciones evaporíticas generando capas de yesos, etc. etc.
Tabla de eras geológicas
Y es que no sólo la edad es importante de cara a configurar el relieve, y por tanto de la importancia que este tiene en todo el paisaje del Valle, sino que en buena medida es la composición y el tipo de rocas lo que acaba generado los paisajes típicos y dando carácter a nuestro paisaje.
A continuación se exponen algunas de las zonas que, merced a su litología, generan paisajes y entornos singulares dentro del valle. No es, claro está, ni mucho menos, un lista cerrada, sino los que vienen a la mente de forma más rápida.
El Congosto de Ventamillo, -desde El rún hasta Campo- y por extensión la franja de que agrupa la Sierra de Chía, Cotiella, el Turbón, etc. como hemos dicho se compone de materiales edad mesozoica, con gran abundancia de calizas y materiales con abundancia de carbonato cálcico. Son rocas resistentes a la erosión lo que conlleva que los procesos erosivos, principalmente los cursos de agua, concentren su fuerza en poco terreno, labrando abruptos cañones. Hay formas de detalle como las marmitas de gigante, ollas semiesféricas que quedan colgadas en las paredes del cañón fruto de paleo-flujos turbillonares, hay zonas altas con lapiaces labrados por pequeñas corrientes de agua que se van concentrando, etc...
Lapiaz sobre las calizas de Cotiella (Foto ManuelV, foro Nevasport)
Estas
mismas litologías calizas, pero pertenecientes al paleozoico, es decir, con
unos cuantos millones más de antigüedad, generan otros relieves y paisajes significativos,
como el Forau de Aigualluts, una dolina en pozo sobre calizas carboníferas en
la que se filtra -o casi mejor se introduce- el agua de la zona más alta de valle y drena, por esa franja
de calizas, hacia el Valle de Arán y la cuenca atlántica del Garona.
Forau de Aigualluts en 2012
Menos duras, más bien mucho más blandas, pero también con relevancia en el paisaje, tiene las pizarras de la Sierra Negra. Como hemos dicho son los materiales más antiguos que aparecen en el valle, de edad Silúrica, y generan relieves alomados, muy erosionados y, en cuanto los pastos dejan ver el sustrato, transmiten un color muy negruzco, típico de las pizarras.
Otras curiosidades que también son dignas de comentar el como la red hidrográfica se adapta a aspectos geológicos. Ejemplos muy claros de esto son, por ejemplo, en ibón de Cregüeña. o el Río de Estós, ambos ubicados siguiendo elementos geológicos relevantes. En el caso de Cregüeña el ibón se asienta sobre una importante falla dentro del batolito granítico de los Montes Malditos. Mientras, el alto Valle de Estós sigue una serie de pliegues sobre materiales devónicos con clara dirección W-E.
Son sólo algunos ejemplos de cómo tanto la estructura geológica, como las formas resultantes de diferentes profesos geomorfológicos, suponen un importante patrimonio en el Valle de Benasque que, sin duda, os animo a descubrir cada vez que vengáis simplemente, a los que sois de aquí, cada vez que salgáis al monte o a pasear.
Ale, un saludo.
-dani...-
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