Pues si, parece que fue ayer y ya hace un año de la riada.
Y como la fecha es tan redonda no que más remedio que hacer un balance de la situación.
Obviamente el balance que yo voy a hacer aquí no va a ser el balance autocomplaciente que ya aparece en la prensa estos días por parte de las diferentes Administraciones que han actuado tras el episodio de crecida, como aparece aquí: http://goo.gl/CFFq8a
Con recurrencia
se habla de "más seguridad", de "más capacidad de desagüe", de la
necesidad de actuar "de urgencia"... y lleva a realizar un tipo de
actuaciones que ya comenté aquí:
Ya aviso de que este texto puede quedar un poco como un pupurrí de ideas porque, y espero que dure, el tiempo no me sobra -entiéndase
que me refiero al tiempo cronológico en esta ocasión-, pero al menos
espero dejar algunas reflexiones que, más allá de los centros de
decisión, puedan llevaros a reflexionar a vosotros, lectores míos (jeje). Vamos a ello...
En primer lugar habría que plantearse qué es un río, o mejor dicho, que debería ser un río.
Aunque pueda resultar algo tedioso, quiero exponer una serie de
conceptos -en modo andar por casa- para saber de qué estamos hablado. De este modo, los que piensen que
un río es un canal hormigonado que se ha diseñado para, en teoría, soportar el
paso de un determinado caudal punta, pues ya pueden dejar de leer.
En primer lugar, pues, habrá que saber qué es un río. Los
ríos, más allá de la definición de la RAE, que nos dice que un río es un "corriente de agua continua y más o menos caudalosa que va a desembocar
en otra, en un lago o en el mar", hoy en día y en base a las
diferentes normativas que rigen sobre ellos, son mucho más que una simple corriente de agua.
Según Werritty (1997) los ríos son "sistemas natrales
de máxima dinámica y complejidad, en un ajuste permanente en el espacio y en el
tiempo ante las fluctuaciones de los caudales líquidos y sólidos, lo que se
traduce en movilidad lateral y vertical". Esta movilidad, según Malavoy et al
(1998) es un mecanismo de autorregulación y es también el "motor de una dinámica
ecológica intensa, garante de la riqueza y diversidad de estos sistemas
naturales que son los ríos".
Es decir, los ríos son sistemas complejos, dinámicos
-cambiantes- en constante autoregulación merced a los caudales sólidos y
líquidos. Esta dinámica se refleja en la movilidad de los ríos, tanto de forma
lateral como vertical -incisión o acreción-. Cualquier pérdida en el dinamismo
y complejidad de los ríos supone un impacto en su riqueza y diversidad.
Sobre estas definiciones más completas de lo que es un río,
se pueden añadir otros aspectos más "del colegio" como aquello de que
en un río hay erosión, transporte y sedimentación. La erosión es más frecuente
en la cuenca alta, con mayor energía de relieve -pendiente-. El transporte de sedimentos es predominante en los cursos medios. Y, finalmente, la sedimentación suele
asociarse a las zonas bajas, siendo el mejor ejemplo los deltas. Sin embargo
hay que matizar en que todos los puntos del río se encuentran, o se pueden
encontrar, a diferentes escalas, los tres procesos.
Pero además de esto, el río no sólo erosiona, transporta y
sedimenta, si no que es el más claro ejemplo de corredor ecológico natural. Los
ríos vienen a ser las "venas del territorio" formando una auténtica
red o malla de cauces de diferente entidad que van uniendo diferentes zonas. Y
no sólo las unen porque el agua circula por ellos, si no que lo hacen mediante
comunidades vegetales de ribera, más o menos continuas y más o menos amplias,
tanto por causas naturales como por causas antrópicas. Y son también nexos de
unión para la fauna, que los recorre de forma longitudinal, y no sólo los
peces, como puede ser el ejemplo de los salmones que se internan en los ríos en
la época de desove, si no también para las aves migratorias, que en muchas
ocasiones se sirven de los corredores que crean los ríos, en sus valles, para
trazar sus rutas migratorias de miles de kilómetros.
Los ríos son, además, por su condición de ecosistema
singular, unas zonas de especial diversidad de especies ya que, en muchas
ocasiones, suponen zonas lineales -más o menos amplias- que contrastan con las
zonas más cercanas. Esto es más visible cuando un río atraviesa una zona árida,
siendo un corredor biológico de primer orden y, además suponiendo una gran
diversidad respecto al resto del territorio que lo rodea. Su influencia en el
paisaje es, igualmente, de primer orden.
Y bueno, además de sus importantísimos valores naturales por
lo anteriormente citado, los ríos son el eje vertebrador de la mayor parte de
las infraestructuras de comunicación que vertebran nuestro territorio.
El río no es solamente complejo visto desde fuera, internamente un río es, también, muy complejo. No sólo posee un
cauce, si no que alberga diferentes ambientes que conforman el río. Por una
parte el cauce menor que es, de forma simple, por donde suele circular el agua.
Generalmente este cauce presenta una orillas más o menos claras que son las que
suelen adaptarse a las crecidas más frecuentes (cada 2/5 años).
Pero eso no es "el río" contrariamente a los que
mucha gente interpreta y cree. En los márgenes de ese cauce menor suelen
instalarse comunidades de ribera, vegetación especialmente adaptada a esos
ambientes con mayor disponibilidad de agua, y también adaptada a la torrencialidad y las crecidas. Dependiendo de la tipología del
cauce esta vegetación será de tipo lineal y mayoritariamente arbórea, o puede
ser más esporádica y de porte arbustivo o subarbustivo, etc. Este espacio de
ribera suele ser ocupado con frecuencia por las aguas, respondiendo a crecidas de
periodos de retorno algo mayores que en el caso del cauce menor.
Por último, y
hoy en día con usos que no denotan su pertenencia al espacio fluvial, pero que
si que podemos confirmar observando documentos antiguos (como fotografías
aéreas de principios y mediados del siglo pasado) se encuentran las zonas que
el río ocupa en momentos de crecidas más importantes, las que se atribuyen a
periodos de retorno de más de 25 años o incluso mayores, lo que podríamos denominar cauce mayor. Y todo eso es el cauce
del río, la zona en la que, como dice el dicho "el río reclama lo que es
suyo".
El cauce en azul sería, grosso modo, el cauce mayor, los puntos los "cauces" menores. En zonas con mucha garga de sedimentos y pendiente baja a veces son varios, formando cauces trenzados, que es lo que toca en nuestro Ésera, aunque no le dejen.
Todo lo que sea simplificar el río a "por donde pasa el
agua normalmente" y alejarse de entender
como un sistema dinámico irá encaminado a afectar a su calidad, su
funcionamiento y, por tanto, a acabar generando problemas de toda índole, más
pronto que tarde.
Obviamente, además de afectar a la calidad y funcionalidad
del río en sí, y a lo que podríamos denominar como los valores
ecológicos del río, cualquier tipo de actividad que se instale en ese
territorio que comprende el cauce mayor estará expuesta, de forma más o
menos frecuente, pero inevitable, a ser afectada por las crecidas que se
produzcan.
En el sentido de lo anteriomente expuesto, los que sigáis @mteobenas,
ya habéis podido ver un ejemplo de lo que debería ser entender el río
como un sistema y algo más complejo que "un canal de agua", es el
ejemplo del Río Órbigo, en la Cuenca del Duero, proyecto que ha resultado galardonado con varios premios:
Una vez que ya sabemos lo que debería entenderse como río, podemos hacer una rápida valoración de lo que se ha hecho en el Ésera
en este tiempo, aunque antes habrá que citar algunos aspecto
colaterales a las actuaciones como son las normativas que rigen sobre
esos terrenos fluviales.
Hay que citar la Directiva Marco de Aguas
(2000/60/CE) que, en teoría, exige un buen estado ecológico a los ríos
de la Unión Europea para el año 2015. Para fijar este estado se basa en
tres tipo de indicadores: Biológicos (comunidades animales y vegetales que hay en el río), Fisico-químicos (Calidad de las aguas) e Hidromorfológicos
(estado del cauce, riberas, márgenes, etc). Cualquier actuación que se
realice en los ríos debería tener como objetivo fundamental, y no está
reñido con otros aspectos como la "seguridad", mejorar la calidad de los
ríos con el fin de cumplir la citada Directiva.
Además, hay que recordar que la mayor parte del Ésera en su tramo alto (desde Castejón) es Lugar de Interés Comunitario (LIC) y que en su zona alta se encuentra dentro del Parque Natural Posets-Maladeta (LIC-ZEPA-Etc.)
Con estos condicionantes empezamos de arriba a abajo, y va de memoria... si me dejo algo, mis disculpas.
Llanos del Hospital:
El río ocupó el cauce mayor inundando buena parte del llano acumulando
materiales y erosionando parte de la zona de pastos. Antes del vado
acumuló abundantes sedimentos. Se ha actuado, yo no llego a saber a
costa de qué Administración, canalizando el río, creando un cajón con
maquinaría pesada, escollerándolo en buena medida y apelmazando los sedimentos del llano.
Bajo mi punto de vista, y más estando en una zona emblemática del Parque Natural Posets-Maladeta,
ahí no se justifica nada de lo hecho. Es una zona natural, sin otro uso
más que el de pastos y el de esquí de fondo que podrían realizarse perfectamente
sin las actuaciones. Más sangrante aún es lo de las escolleras que
llegan a ponerse pegadas a zonas de ladera rocosa donde, obviamente, no
hay nada que defender. Como mucho habría valido con hacer un puente para
dar acceso al llano, todo lo demás... aberrante. Nada que objetar al
restablecimento del acceso a la Besurta.

Por supuesto, a nivel de mejora de las condiciones de calidad de agua o hidromorfológicas, ahora estamos más lejos que antes de cumpllir con la Directiva. Los márgenes,
el lecho y la llanura de inundación se encuentran mucho más lejos del
estado natural de referencia que debería ser el objetivo.
Llano de Senarta: El
río formó una especie de cono de deyección al encontrarse con una
pérdida acusada de pendiente por la presencia del embalse de paso Nuevo.
Esto conllevó una menor capacidad de arrastre de sedimentos y se
deposición aguas arriba del citado embalse. La sedimentación fue muy importante -llegó a cubrirse el puente- así como las zonas del llano ocupadas, en mayor o menor medida, por el agua.

Aquí
se excavó un nuevo cauce en cajón movilizando gran parte del sedimento y
retirándolo a modo de escollera, hacia las márgenes, muy regularizadas en la zona anterior al puente, muy compactada, y menos "adecentadas" aguas arriba de esa zona.
Se
actuó sobre la zona de llano inundada movilizando materiales. Cualquier
vestigio de vegetación de ribera fue arrasado. Obviamente en esta zona
había que abrir un paso de acceso a la zona de Vallibierna, si bien creo que la modalidad de encauzamiento que se efectuó dista mucho de una mínima conciencia ambiental.
El problema sigue ahí ya que no se ha modificado, ni se puede, el posible efecto de tapón del embalse ante crecidas medianamente recurrentes. No se ha actuado en el río buscando una mayor amplitud que posibilitase menos energía y mayor desbordamiento.
Bajo mi punto de vista actuación necesaria pero que no soluciona el posible problema. Por supuesto habría que pensarse mucho si Senarta tiene condiciones para ser una zona de acampada, al igual que la idoneidad de la caseta que se ve en la foto.
Obviamente, por similares causas que en el caso anterior, nos alejamos de mejorar el estado ecológico de este tramo de río.
Cruce de Cerler: En esta zona fue donde los daños fueron más importantes, o empezaron a serlo. La riada llevó consigo cientos de metros de carretera y conducciones de abastecimiento de agua. La urgencia de restablecer estas comunicaciones era importante, también lo era el agua, solucionada por otros medios.
Sin
embargo, bajo mi punto de vista, perder la oportunidad de haber llevado
la conducción más alejada del río es un error, ahora mismo hay puntos
en que la traída de aguas está más cerca del cauce menor ya que, por
ejemplo en la zona de la rotonda, la llanura de inundación ha sido
reducida. Realmente no se si por ¿10? días de puntuales atascos valía la
pena semejante rotonda que ya veremos como condionará el flujo de agua en momento de crecida.
Por
otra parte no tiene sentido la cantidad de material que se ha movido,
removido y vuelto a mover para acabar dejándolo amontonado de mala
manera. Esperemos que el río no tarde en moverlo y arreglarlo (y
esperemos que nadie venga a "arreglarlo" de otra forma).
Tengo
que citar aquí también otra de esas actuaciones que no tienen ningún
sentido. Se trata de una escollera realizada aguas abajo de la Central
de Ruda para hace una pista que no lleva a ninguna parte. Para colmo
encima de ese punto queda mucho material movilizado en medio del cauce.
Más trabajo que espero que le dejen hacer al río.
Yo habría aprovechado para
llevar la carretera algo más alejada del cauce menor y no habría tocado
tanto material. En Ruda, obviamente, no habría hecho la escollera ni
borracho perdido.
Cruce de Cerler-Benasque: En este tramo las afecciones se centraron en la zona del polígono y el antiguo túnel donde carretera y traída de aguas se vieron afectados. La actuación den la carretera fue rápida y, relativamente, poco invasora con el río, aunque menos podría haber sido.
Si que hay que citar que se rellenó un cauce secundario con escombros, cosa incomprensible. Del mismo
modo se taponó el antiguo cauce en la zona del túnel dejando el agua
por el cauce nuevo abierto en la crecida, más alejado de la carretera.
El cauce antiguo está destrozado por el paso de máquinas y se encuentra actualmente más alejado de la carretera que antes de la crecida y con una menor sección.
Yo
mantendría los dos cauces ganando en espacio de desagüe. Del mismo modo
retiraría los materiales acumulados a modo de escombrera y dejaría ese
cauce abierto para que funcione en momentos de crecida.
Aguas abajo, hasta el vado que daba acceso al depósitos del agua, no ha habido actuaciones significativas. Bajo mi punto de vista todo lo que sea más que restituir el camino de la margen
derecha con dimensiones similares a las que tenía, será demasiado. Ya
irá el río moviendo materiales y haciéndose un cauce más definido, y no,
no hay Gorga para bañarse, qué se le va a hacer... Ah, se podría pensar también en podar algunos chopos medio secos ya que estando cerca de Benasque pueden ser un potencial peligro.
Benasque: En el caso del núcleo de Benasque
las afecciones más sensibles y alarmantes fueron las que se dieron por
el desmoronamiento de algunas zonas de muros de protección. En este caso
se han recalzado y se han elevado
más de forma puntual. El calzado es correcto ya que el río produjo una
sensible incisión (más de 1m) y descalzamiento, si bien carece de
sentido recrecerlos
ya que esa misma incisión supone de hecho una mayor sección para
evacuar agua, y resulta curioso que se haya recrecido sólo algunas
zonas.
En
la zona de "La Caseta" se ha canalizado el río con una escollera
cementada que, a falta de foto aérea para corroborarlo, no creo que deje
un canal más ancho del que había, si no algo más estrecho. En esa zona
llana ya se está trabajando para lo que parece que quiere ser un parking de coches, ejemplo de que el hombre es el único animal que tropieza x veces en la misma piedra (con x tendiendo a n).
Perfectamente se podría haber hecho la escollera bastantes metros más retirada ampliando la curva y generando más espacio para el río.
Benasque-Linsoles: Dejando de lado las actuaciones en los muros hasta La Granja, en esta zona se ha procedido a la canalización total del río. Se ha movilizado todo el sedimento creando un cauce en cajón con márgenes escolleradas en cientos de metros y un lecho totalmente artificializado. Una zona ideal para
aquellas declaraciones de "donde se pueda se dará más espacio al río"
que tan pronto como se dijeron cayeron de su propio peso ante las
evidencias de las actuaciones.
Se ha enviado al olvido y al recuerdo el nuevo cauce que el río trazó en el puente de acceso a Anciles
-nótese lo fundamental de que el agua vaya por debajo de un puente que
lleva años hecho y sin adaptar para su uso-. Se ha tapado, literalmente, un gavión de cientos de metros de longitud y varios metros de altura que "protegía" la zona polideportiva de Peguera. Y todas estas obras, bajo el paraguas de la "urgencia", hechas ignorando los condicionales ambientales dictados por el INAGA.
Obviamente
en esta zona el río ha dejado de ser un río y es una canal en el que la
naturalidad de las orillas, las riberas, el lecho, el trazado...
brillan por su ausencia y lo alejan de cualquier objetivo enmarcado en
la Directiva Marco de Aguas. Es decir, exactamente lo contrario de lo que debería ser. De las riberas ni hablamos...
Aguas abajo del citado puente, más de lo mismo. Bajo mi punto de vista las casas de Linsoles
más cercanas al cauce hoy no son más seguras de lo que eran. El
simplificar el trazado de un cauce que quedó trenzado tras la crecida en
un canal único supone una ganancia de pendiente y energía de las aguas
que vayan por el, por tanto una mayor capacidad erosiva. Veremos -por
desgracia- cómo actúa con el paso de las crecidas.
Yo aquí la habría dado al río muchísimo
más espacio, de hecho ya lo tenía, y habría realizado las defensas sólo
donde fuesen necesarias. Además, aquí no había ningún tipo de urgencia,
ni afección a conducciones de agua, ni a carreteras ni nada, había
prisa por hacer lo de siempre sin tener que informar ningún trámite
ambiental, ni hacer proyecto.
Castejón de Sos: El mayor problema que hubo en Castejón de Sos fue la inundación del camping,
como muchas de estas instalaciones ubicado muy cerca del río. Una vez
que, parece ser, este servicio no va a poder reubicarse en el mismo
sitio, carece de sentido que se hayan levantado
las defensas con el mismo trazado que tenían. Hay espacio de sobras
para retrasarlas y generar un menor confinamiento de las aguas en
crecida.
Llama la atención las escolleras que se han realizado aguas abajo del puente, con un curioso diseño también para ser nuevo, y que "sólo" protegen prados de pasto y siega. Seguramente con una actuación más
blanda y menos costosa podría haber obtenido el mismo resultado.
Curioso también que la depuradora de aguas se ubique en una zona problemática y denunciable el dragado de facto que se realizó aguas arriba de las actuaciones puntuales en la carretera dirección Benasque. Aspecto este del dragado que también aparece en los condicionados del órgano competente en protección ambiental. Curiosas también algunas escolleras en la margen derecha (sedimentaria) aguas arriba del puente.
Resumiendo, la práctica totalidad de las actuaciones que se han llevado a cabo han carecido de un planteamiento ambiental de ningún tipo. Hoy es el día en el que se está resembrando zonas en las que, ojala me equivoque, veo duro que salga nada.
Para realizar estas actuaciones que ni siquiera han respetado el mínimo condicionado ambiental del INAGA, se ha utilizado el procedimiento de urgencia que las exime de Estudio de Impacto Ambiental. Esto es compresible y lógico en cosa de temas de primera necesidad, como carreteras o abastecimientos, pero en ninguno modo en una actuación que a ocupado kilómetros de longitud.
Exceptuando la zona superior al núcleo de Benasque, de las zonas con afecciones en las que se ha actuado en todas ellas se produce un alejamiento del buen estado ecológico ya no sólo respecto al posterior a la crecida, sin duda mucho mejor, si no también al anterior a esta.
Todas estas actuaciones se han llevado a cabo en zonas LIC,
y algunas de ellas dentro del propio Parque Natural. Por supuesto
cualquiera que se informe de que debería significar estar en un Parque Natural o un LIC
se dará cuenta de como sólo se hace caso a eso cuando interesa, o para
echar balones fuera sobre "limpiezas" del río y temas adyacentes.
Por cierto, cada cual puede pensar lo que quiera, pero sin alguien se cree que el caudal que bajó por el cruce de Cerler habría cabido por el cauce menor si estuviese "dragado", o que el agua que pasó por Benasque
no se habría llevado "la Caseta" se estuviese "dragado", etc...pues que
lo piense, pero lo de meter la cabeza debajo de tierra nunca sirvió
para mucho.
El río hoy se aleja de las definiciones que comentábamos al inicio. Es menos dinámico, menos complejo, menos funcional de lo que era antes de la crecida, y mucho menos de lo que lo era tras el evento. Ni que decir tiene que lo que ha quedado debajo de Benasque no merece ser llamado río, si no canal, un canal a las puertas de un valle referente en turismo de naturaleza, o de un Parque Natural que quería ser Nacional. Más allá de intereses o aspiraciones, las cosas ha que creérselas por convicción.
Días después de la crecida desde entidades como el Centro Ibércio
de Restauración Fluvial, el Colegio de Geógrafos u otras se abogaba por
actuar con otras visiones. Se decía que era la ocasión de "hacer del desastre oportunidad".
Por
desgracia la oportunidad fuera para los de siempre, y se hizo lo de
siempre. Y hacer lo de siempre conlleva que sus consecuencias, ya no
sólo en cuanto a que no podamos llamar río a un río, si no en cuanto a
seguridad, son las que siempre han tenido estas actuaciones, y las vimos
en Castiello de Jaca, las vimos en Benasque, en Biescas, y en tantos otros sitios. Como se dice en el documental del Órbigo que os he puesto arriba, "un río no puede funcionar como un canal", y es cuestión de tiempo que eso, una vez más, vuelva a demostrarse.
De momento una nueva oportunidad perdida, y sacando pecho, y me temo que aún volverán a acabar con lo poco que queda encima de Benasque. Esperemos que la próxima, porque 25 años no son tanto, ni tienen que pasar 25... tengamos más suerte y sepamos aprender de lo sucedido. Mientras tanto, una actuación más del siglo XIX en pleno siglo XXI.
España es así.
Os dejo un resumen de la lección para los peques de la casa, es bueno que vayan aprendiendo ya que los mayores no quieren:
Saludos
-dani...-